En algunos sitios de noticias, y en redes sociales, se han viralizado varias notas que acusan al programa de investigación científica estadounidense denominado Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia (HAARP por sus siglas en inglés), de tener la capacidad para desencadenar inundaciones, sequías, huracanes y terremotos. En una de esa notas, incluso, se le asocia con el pasado terremoto del 7 de septiembre.
En la nota en cuestión se afirma que el programa consiste en “180 antenas que trabajando en conjunto serán como una antena gigante que podría generar alrededor de un billón de megavatios, es decir, un billón de ondas de radio de alta frecuencia.
Estas ondas penetrarían en la atmósfera inferior (ionósfera) ubicada hasta los 350 metros de altura, que representa a la parte terreste ionizada, provocada por la radiación solar. En criollo, allí se concentra la energía que flota alrededor de la tierra en forma de iones.
Este peligroso y controvertido plan tiene la capacidad para desencadenar inundaciones, sequías, huracanes y terremotos. Desde el punto de vista militar, es la peor arma de destrucción masiva jamás creada, aunque es disfrazada de un gran experimento científico para el bien de la humanidad“. La nota incluso afirma que HAARP es capaz de “la manipulación de la mente humana a través de estas frecuencias increíblemente altas“, y que “el propio creador del proyecto, el doctor Bernard Eastlund, admitió que su invento podría controlar el clima de todo el mundo”
En realidad, el programa HAARP es un proyecto de investigación científica creado por la Fuerza Aérea, la Marina y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de Estados Unidos (DARPA), así como la Universidad de Alaska Fairbanks (UAF). Esencialmente, el proyecto es un transmisor de radio gigantesco compuesto por un conjunto de 180 antenas con una potencia acumulada de 3.6 megawatts, cuyo objetivo es excitar electrones a través de ondas de radio en la ionósfera (la parte de la atmósfera que comienza a partir de los 80 km de altura), y hacer observaciones científicas, como por ejemplo simular los procesos que ocurren naturalmente cuando la ionósfera interactúa con la radiación solar.
Entre 1990 y 2014, el programa estuvo administrado por la Fuerza Aérea y la Marina de EU. Cuando el presupuesto para el programa se agotó, HAARP fue transferido a la UAF, la cual administra las instalaciones y organiza campañas de investigación con otras organizaciones científicas y universidades. No hay personal militar en las instalaciones y las investigaciones realizadas a través de los años son accesibles al público en general. La UAF organiza incluso tours y visitas a las instalaciones para el público en general, las cuales anuncia en la página oficial del programa en Facebook.
Nuestro veredicto
La nota viral afirma que el programa consiste en “180 antenas que trabajando en conjunto serán como una antena gigante que podría generar alrededor de un billón de megavatios, es decir, un billón de ondas de radio de alta frecuencia”. En realidad, la potencia de las 180 antenas en conjunto es de 3.6 megavatios, cifra que no está ni remotamente cerca a “un billón de megavatios”. Otra de las afirmaciones es que “estas ondas penetrarían en la atmósfera inferior (ionósfera) ubicada hasta los 350 metros de altura”, cuando en realidad la ionósfera empieza mucho, mucho más alto: a los 80 km de altura para ser exactos. En cuanto a la afirmación de que “este peligroso y controvertido plan tiene la capacidad para desencadenar inundaciones, sequías, huracanes y terremotos”, más allá de que la nota no explica ni fundamenta cómo un conjunto de antenas de radio podrían provocar terremotos o huracanes, la propia UAF, a través de la página oficial de HAARP se encarga de desmentir semejante disparate. Y en cuanto a la extraordinaria afirmación de que “desde el punto de vista militar, es la peor arma de destrucción masiva jamás creada”, la nota no sólo no ofrece ningún fundamento o fuente para afirmar semejante barbaridad. Sólo cabe mencionar que no tiene sentido que “la peor arma de destrucción masiva jamás creada” esté en manos de civiles y administrada por una Universidad, esté abierta al público en general y ponga a la disposición de científicos de todo el mundo sus instalaciones para llevar a cabo investigaciones. No hay ninguna denuncia por parte de alguna organización científica, o de algún gobierno de que HAARP tenga fines destructivos. Por otra parte, HAARP no es el único proyecto científico de este tipo: El proyecto EISCAT europeo, ubicado en Noruega, funciona de manera muy similar. Por todo lo anterior calificamos esta nota como falsa.